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Noches Blancas: Fiódor Dostoievski |
Noches blancas, un hombre soñador, solitario vagaba por las calles de Petersburgo, fue donde conoció a una doncella, Nastenka se encontraba en la barandilla del muelle, que parecía que miraba con gran atención el agua turbia del canal; vestía un chal negro muy coqueto y llevaba un bonito sombrero amarillo, joven y morena.
Desde esa noche la pareja de desconocidos entabló una amistad, que se citaron durante cuatro noches seguidas, lo cual ambos en esas noches contaran parte de su vida, el hombre solitario vive con una criada, y Nastenka vive con su abuela, una mujer ciega que muestra una total desconfianza hacia su nieta y por ello, la atado a su vida optando por impregnar un alfiler al vestido de ella y de su nieta, para que consigo la mantenga a su lado.
En una de las noches, Nastenka le cuenta su triste historia a su acompañante, ella estaba enamorada de un joven que le prometió que un año el regresaría para contraigan nupcias, pero el día en que se encontró con el hombre solitario, ella estaba desconsolada, pues el joven ya había regresado, pero no la había buscado para cumplir con su promesa. El hombre solitario, no contó que se enamoraría de Nastenka, a pesar que ella desde un principio le advirtió que solo le brindaría su amistad, pero al verla tan frágil y sufriendo por otro hombre se dio cuenta que no podía ocultar sus sentimientos, pero pese a ello él le ofreció su ayuda a Nastenka y le dijo que le escribiera una carta al joven, y así se sacarían de dudas y podrían saber por qué no la había buscado.
Una noche Nastenka, se cansó de esperar una respuesta, se sentía con el corazón roto, y en medio de su despecho opto por corresponder al amor de su gran amigo, le prometió que se casarían y empezarían una nueva vida; en ese momento vieron a un hombre, era el joven que la joven había esperado por tanto tiempo, ella corrió a sus brazos, se fue con él y dejó al hombre solitario, el no pudo hacer nada, solo se quedó mirando como se alejaban, Nastenka le escribió una carta pidiéndole perdón por verlo engañado y a la vez lo invitaba a su boda. El hombre solitario a pesar de sus sentimientos, prefirió la felicidad de ella y la perdono.
Muchos lectores, optan por leer un libro que les llama la atención o porque se lo recomendaron, o simplemente porque se lo regalaron. Muchas veces leemos a ciegas y no sabemos si lo que vamos a leer será de nuestro agrado, confieso que al principio del libro no me fue fácil de entender el autor en el momento que narraba su historia y eso hacía que me interesará más en la lectura.
Sin duda alguna este libro, nos enseña que muchas veces debemos arriesgarnos a sobresalir, no quedarnos y vivir en nuestro mundo ya que eso podría costarnos en el futuro como le paso a este hombre solitario, que no socializo con el mundo exterior, no experimento cosas nuevas. Por ello cuando conoció a Nastenka, él se sentía con mucha vergüenza, porque jamás había hablado con una chica, lo cual durante sus citas él se enamoró de ella, pese que la chica le dijo que solo le ofrecía su amistad.
Al final, nos enseña que muchas veces, es mejor hacerse a un lado cuando vez que no eres correspondido y aparte aquella persona, ya es feliz con alguien más; y hacer un paso al costado vez que es la única solución porque lo que importa es tu bienestar y tu estabilidad emocional. A pesar que el hombre solitario, pasaron los años, pero no olvido a Nastenka pero si la perdono y ver que ella era feliz, a él le daba tranquilidad.
Noches Blancas, que te sumergirás entre sus pequeñas páginas y largas noches que ambos utilizaron para conocerse, Fiódor Dostoievski un novelista ruso siempre sorprendiendo con sus novelas, sin duda alguna lo recomiendo para que se deleiten con su pequeña historia del hombre solitario.
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